Friday September 15 2017
CN=Steven Cartagena,o=TSGROUP | |

Años atrás la realidad de las organizaciones era muy estática, no resultaba inusual que los mismos empleados llevaran muchos años en la misma empresa con el mismo horario, en el mismo puesto de trabajo, cumpliendo la misma labora e interactuando con los mismos compañeros, una realidad incentivada y sostenida por procesos enfocados principalmente a la producción, una visión estática que resultaba un reflejo del contexto general de la organización, donde el valor primordial se centraba en la infraestructura.

Sin embargo esto cambió con el paso del tiempo, no es un secreto para nadie que la llegada al juego de las nuevas tecnologías llegaron para dinamizar esa realidad, la estabilidad laboral al igual que el objetivo de los puestos de trabajo se vieron comprometidos y, con un ritmo vertiginoso, el foco del valor en las organizaciones se fue modificando para centrarse principalmente en la información. Desde este punto se hizo primordial expandirse a nuevos mercados, la oportunidad de crecimiento se convirtió casi que en una obligación para las organizaciones de mediana y gran envergadura, las fuentes de ingresos se empezaron a hacer más intangibles y la expansión geográfica llegó vertiginosamente para dar lugar a nuevas sedes a nivel nacional e internacional de acuerdo al crecimiento que presentaran.

Esta nueva realidad tuvo grandes implicaciones en ese desarrollo estático que venía teniendo la vida laboral de los empleados en las organizaciones, ahora se había ampliado el horizonte y la evolución empezó a parte de la cotidianidad, nuevas técnicas, tecnologías, prácticas y herramientas empezaron a tomar protagonismo para potenciar el quehacer de las empresas, pero por otro lado trayendo nuevas dificultades que previamente no se tenían, una de ellas fue la comunicación.

Tener las organizaciones distribuidas en varias sedes con ubicaciones geográficas distintas, empleados con menor estabilidad laboral y un valor ahora centrado en la información, llevaron a que las nuevas tecnologías se mostraran como una oportunidad para adoptar formas de trabajar y conservar el conocimiento que fueran más efectivas para el día a día, siendo por supuesto la internet el principal foco de atractivo por juntar en un mismo lugar video, información y audio.

Luego de años experimentando varias posibles soluciones de allí nacen las Redes Productivas de Colaboración (R.P.C.), unas herramientas de trabajo colaborativo centradas en potenciar la interacción de los empleados por medio de aplicaciones que solucionan situaciones específicas en las que la comunicación tenga alguna dificultad.

Es por ello que las R.P.C. constituyen un avance enorme en el camino de la globalización que están experimentando en mayor o menor escala las organización de la actualidad, una realidad de la cual no pueden distanciarse y que avanza cada vez a un ritmo más acelerado, mostrándonos dificultades pero a la misma vez abriéndonos las puertas a nuevas y maravillosas oportunidades.

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